"Los pasos al unísonos por esas calles recurrentes que nos observan desde hace años.
El universo advirtiéndonos desde siempre que estaríamos unidos en algún lugar de nuestros recorridos.
Tenerte conmigo como un amuleto de surte y deseo, de ansiedad y amor, de sentimientos nuevos y experiencias alucinantes.
Ya eres parte de mi"
El fuego prendió al igual que nuestras almas al momento de conectarnos. Una noche agradable con aire cálido. El sonido del río como una dulce melodía en nuestros sentidos. Nuestros cuerpos que no permiten el paso del frío. Las estrellas que nos miran luminosamente gracias a la ausencia temporal de luna.
Te miro y me cuesta creer el contexto tan perfecto en el cual nos encontramos atrapados y hundidos.
Te miro y la inmensidad en mi pecho es igual a la de los cerros que nos han rodeado durante todas nuestras vidas.
Te miro y guardo esa imagen con la luna saliendo de tus ojos en mi memoria inconsciente y eterna.
El vino se convierte es un diálogo interminable con ideas rebuscadas y muy ocultas en nuestro pensar.
Se convirtió en verdades, en sueños, en filosofadas de la vida cotidiana y el futuro que no podemos predecir.
En lo nuestro que todo lo puede y en lo de ellos que no puede destruirnos porque sabemos que todo es falso, todo es ambición, todo es maldad.
Pasa el tiempo como si no lo hiciera. Se desordenan las horas y me desoriento.
Ese cigarro placentero, la luna hipnotizandome y tu cuerpo hundido sobre el mío. Sabes lo que pienso, no debo decir nada.
Descansa conmigo en mi sueño profundo, no me sueltes, siente mi pulsar, permanezcamos envueltos en este capullo de amor hasta que los primeros rayos de sol abracen nuestros cuerpos con un calor sofocante pero de alguna forma reconfortante.
Caminemos juntos, exploremos el mundo, compartamos experiencias. Háblame como sabes que me alivia,sólo sé y está. Finalmente, todo lo que proviene de ti me gusta.