lunes, 16 de noviembre de 2015

Creo que salí a ver un poco el sol...

Como quisiera borrar, eliminar, destruir, descartar o desechar pensamientos indebidos, innecesarios, inseguros, incorrectos, intensos, intranquilos e impacientes de mi mente y de mi vida cotidiana.
Poder evadir con mi alrededor, con mis luces de apoyo, con el veneno del vino y la cerveza y con mi lado creativo me saca de la caída libre.
Una marca en mi piel para concretar mi cambio interno de amor y luz en mi alma, para reafirmar mi belleza frente a los espejos, para sentir mi fuerza de fémina y para recordar quién soy yo realmente... la que ama sin límites y se siente con el universo dentro, tan cercano como mis manos.
Todo esto te lo envío a ti también, porque estoy segura de que necesitas amor, aunque sea de lejos y totalmente inconsciente.
Necesito claridad mental, saber qué quiero, saber qué quiere y qué espera, cuáles expectativas se encuentran en un futuro, que pido, sea cercano y palpable, no sólo ilusiones y sueños sintéticos.

Estoy viendo, en estos momentos, cómo pasan los matices de colores del amanecer y anochecer frente a mis ojos, es algo mágico, único y a la vez extrañamente tranquilizante. Fueron días intensos rellenos de efecto placebo, desbordados de anestesia que adormece, pero luego vuelve el dolor nuevamente.
Este cigarro ha sido eterno, lleno de pensamientos y recuerdos. Su humo sabe a nostalgia y melancolía amarga, aunque puedo cambiarlo por sabor a tranquilidad y armonía conmigo misma.
Suena una frase que siento como fuego derritiendo a mi corazón congelado, siendo esta misma agua la que sale sin frenos de mis ojos cansados que miran hacia un horizonte infinito... Creo que aún tal vez piensas en mí, creo poder captarlo. Creo que al fin nada tiene fin, creo desesperado. Creo que morir es una sensación, creo que vivir podría serlo pero ahora es algo mucho más real...