miércoles, 6 de abril de 2016

Todo pende de un hilo

Podría ser esa imagen de cerros rocosos, iluminados con sol de tarde enmarcados por la puerta del salón y el balcón, la que me devolverá el placer de "soledad" sin inquietud. Será la canción que sonará en el momento preciso la que me hará pensar en tranquilidad, la que me hará olvidar los líos de mi mente y borrará de a poco mi dura auto crítica, que surge en momentos de incorrecta actitud o falsa suposición de cosas que jamás pasaron como esperaba, lo cual empeora absolutamente toda la situación, terminando en odios y fuego avasallador. Será mi "desequilibrio emocional" el que me lleve a situaciones límite (las cuales ya han pasado) y me permita estrellarme contra mi misma, para luego volver a avanzar a favor de mi propia corriente, porque sí, es agotador nadar constantemente en contra de todo siendo las rocas y la fuerza del agua las que te debilitan y agotan (mental y emocional).
Las pulsaciones de mi órgano vital aun sienten amor, vibraciones. Aun vive y escucha esa sinfonía de mensajes y códigos, pero ya no perduran en el tiempo, se rinden y entrecortan, ya no son perfectos ni extensos. El hilo se desgastó un poco más...¿o quizás se está fortaleciendo?