Llevo caminando horas o por lo menos así lo siento, exactamente no sé donde estoy, pero creo saber a donde voy. La hora es… no sé, no me interesa saber tampoco.
La música suena fuerte en los audífonos, pero me agrada, así quiero que sea, solo yo. Estoy muy distraída, ni si quiera siento mis pies en el piso cuando camino, lo único que logro sentir es el viento, pero muy leve, la verdad, no me siento en mi, no estoy aquí…
Espera… ¿Por qué te apareces?, no deberías entrar a mi mente así como así. Bueno, si quieres quédate, me gusta tu “compañía”. Estás y no quieres irte, no se supone que pase esto, pero… Es lo que pasa, no me lo explico. Pensando en eso, se me olvida que caminaba o que estaba en alguna parte, mierda, no he caminado nada, me queda bastante, bastante tiempo para pensarte.
Ya casi, no se la hora, pero tengo que irme. Miro por si estás cerca, uno nunca sabe, podrías estar por aquí, solo quiero eso, encontrarte por ahí, en algún lugar. Me doy un par de vueltas , solo quiero corroborar que no estás, además, cada vez son más mis ganas de caminar…
Me mareo, pero siento la necesidad de seguir y no parar. Quiero un cigarro, solo uno, quizás más, no lo acostumbro, pero tengo la necesidad de.
Sale la chispa, luego el fuego, saco el cigarro y lo pongo en mi boca. Lo prendo lentamente, como también trato de disfrutarlo, sentir el veneno del humo, solo un poco.
Quiero llamarte, créeme que lo haré, solo para saber donde estás, no creo que cerca. Pero si no fuera así, necesito un poco de compañía… Por favor aparece.
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