…Las llaves del auto de mi viejo están encima de la mesa. Podría
tomarlas e irme. Te paso a buscar a tu casa en media hora. También podríamos
tomar un bus a cualquier lugar y perdernos, ¿te parece?
Generalmente cuando pienso algo así, el vacío se hace más
grande. Demasiado masoquista para mí gusto. Pero más allá de extrañarte, ahora
te necesito. Necesito de tu presencia para terminar bien un día. Nada más que
eso…
No quiero irme y tampoco quiero que te vayas. Pero hay un
algo que me presiona y me exige llegar temprano a un lugar x. Me controlan por
el celular, llamadas seguidas y muchas perdidas. No contesto, me despido de ti
y me voy.
Llego al lugar x, saludo a mi vieja, a mi hermana y me voy
al baño. Me veo al espejo casi imaginando mi cara, porque la verdad, no veo
bien. Mis ojos, me arden y en mi cuello tengo unas marcas, trato de esconderlas
para que no se arme un “escándalo”
Me siento y rápidamente se entabla la conversación. Me voy
por un rato, me perdí viendo algo incierto. Pensé en ti y no volví. Llegaste a
mi viaje y me frenaste. Conversaste un rato conmigo, tomaste mi mano y me
llevaste a un lugar que solo tú conocías. Parecía como si hubieran pasado horas
y solo fueron minutos. No, por favor no te vayas, no desaparezcas…Volví. La mesa
con los platos y las copas siguen ahí, todo igual. Creo que nadie se dio cuenta
de mi falta de concentración.
Para orientarme más miré hacia atrás. Había una mesa de unas
treinta personas, puros PDI. Me dio una sensación de asco y mareo. Luego de
eso, me di vuelta y traté de parecer bien, normal.
Otro escenario, también es un lugar x. Mucha gente, un olor
que me da arcadas, calor y humedad. El guardia me sigue con la mirada hasta que
desaparezco entre las personas. No sé que hacemos aquí, pero se que no es donde
quiero estar. Me sofoco y te necesito otra vez. Los sermones y los comentarios
para que cambie la actitud me llegan por los dos lados. Digo que voy al baño y
me demoro lo más posible. Me quedo ahí un rato, mirando mi cara en el espejo
para sentirme un poco más real. Salgo y doy vueltas. La excusa por la demora
sería que me “perdí”, así puedo demorarme sin recibir quejas…
-Tanto que te demoraste, es como si no quisieras estar acá,
compartiendo con tu familia
-Me perdí, no las veía
-Cambia la cara, acuérdate que andas con nosotras. Para la
otra anda sola.
Nos vamos. No quiero volver a mi casa. Tenía la idea de
verte otra vez, la necesidad en realidad. Vuelves y nuevamente nos vamos. Creo
que es lo que debemos hacer. Te llevo para que me lleves. Pienso en la
satisfacción que sería una semana sin control, sin límites ni parámetros. No
los necesitas, no los necesito. No funcionan, no reaccionan. Piénsame y hazme
volver o si quieres me llevas más allá. Al planeta o galaxia de la cual vienes.
A donde quieras, voy contigo. Necesítame, quiéreme y luego recuérdame. Haré lo
mismo por ti. Abrázame cuando no pueda respirar, no me dejes caer cuando pierda
el conocimiento. Si me siento sola, acompáñame de la manera que puedas. Si te
pido un beso, simplemente no me sueltes. Si no soporto el mundo, hazme un lugar
con el suficiente oxígeno para dos. Dame de tu aire y de tu dióxido de carbono.
Límpiame y luego envenéname. Solo dame cortos de ti todos los días, con eso,
soy inmortal.