sábado, 17 de noviembre de 2012

Your hand in mine


…Las llaves del auto de mi viejo están encima de la mesa. Podría tomarlas e irme. Te paso a buscar a tu casa en media hora. También podríamos tomar un bus a cualquier lugar y perdernos, ¿te parece?
Generalmente cuando pienso algo así, el vacío se hace más grande. Demasiado masoquista para mí gusto. Pero más allá de extrañarte, ahora te necesito. Necesito de tu presencia para terminar bien un día. Nada más que eso…

No quiero irme y tampoco quiero que te vayas. Pero hay un algo que me presiona y me exige llegar temprano a un lugar x. Me controlan por el celular, llamadas seguidas y muchas perdidas. No contesto, me despido de ti y me voy.
Llego al lugar x, saludo a mi vieja, a mi hermana y me voy al baño. Me veo al espejo casi imaginando mi cara, porque la verdad, no veo bien. Mis ojos, me arden y en mi cuello tengo unas marcas, trato de esconderlas para que no se arme un “escándalo”   
Me siento y rápidamente se entabla la conversación. Me voy por un rato, me perdí viendo algo incierto. Pensé en ti y no volví. Llegaste a mi viaje y me frenaste. Conversaste un rato conmigo, tomaste mi mano y me llevaste a un lugar que solo tú conocías. Parecía como si hubieran pasado horas y solo fueron minutos. No, por favor no te vayas, no desaparezcas…Volví. La mesa con los platos y las copas siguen ahí, todo igual. Creo que nadie se dio cuenta de mi falta de concentración.
Para orientarme más miré hacia atrás. Había una mesa de unas treinta personas, puros PDI. Me dio una sensación de asco y mareo. Luego de eso, me di vuelta y traté de parecer bien, normal.
Otro escenario, también es un lugar x. Mucha gente, un olor que me da arcadas, calor y humedad. El guardia me sigue con la mirada hasta que desaparezco entre las personas. No sé que hacemos aquí, pero se que no es donde quiero estar. Me sofoco y te necesito otra vez. Los sermones y los comentarios para que cambie la actitud me llegan por los dos lados. Digo que voy al baño y me demoro lo más posible. Me quedo ahí un rato, mirando mi cara en el espejo para sentirme un poco más real. Salgo y doy vueltas. La excusa por la demora sería que me “perdí”, así puedo demorarme sin recibir quejas…

-Tanto que te demoraste, es como si no quisieras estar acá, compartiendo con tu familia
-Me perdí, no las veía
-Cambia la cara, acuérdate que andas con nosotras. Para la otra anda sola.

Nos vamos. No quiero volver a mi casa. Tenía la idea de verte otra vez, la necesidad en realidad. Vuelves y nuevamente nos vamos. Creo que es lo que debemos hacer. Te llevo para que me lleves. Pienso en la satisfacción que sería una semana sin control, sin límites ni parámetros. No los necesitas, no los necesito. No funcionan, no reaccionan. Piénsame y hazme volver o si quieres me llevas más allá. Al planeta o galaxia de la cual vienes. A donde quieras, voy contigo. Necesítame, quiéreme y luego recuérdame. Haré lo mismo por ti. Abrázame cuando no pueda respirar, no me dejes caer cuando pierda el conocimiento. Si me siento sola, acompáñame de la manera que puedas. Si te pido un beso, simplemente no me sueltes. Si no soporto el mundo, hazme un lugar con el suficiente oxígeno para dos. Dame de tu aire y de tu dióxido de carbono. Límpiame y luego envenéname. Solo dame cortos de ti todos los días, con eso, soy inmortal.  

domingo, 11 de noviembre de 2012

En un trance


Un cuarto oscuro, pero logro ver todo con detalles. Alguien entra y se acerca muy rápido hacia mí. Tiene una pistola. Una G17 para ser exacta. Me está apuntando. Suponía que esto iba a suceder, pero el miedo me invade totalmente. No hay nada que pueda hacer. ¡Mátame rápido! Puedo ver como la bala se acerca de a poco, tan lento que podría tomarla con las manos. Llega directo a mi pecho y mi cuerpo cae al suelo. La sangre está esparcida en mi ropa, tiñéndola de un fuerte color rojo.
Creo que es un hombre de edad indefinida el que se me tira encima y me hace cortes innumerables en las piernas, brazos y cara. El dolor es indescriptible y la sangre inimaginable. Tu imagen se aparece en mi mente. Me están matando y voy a morir pronto. Te extraño.
Mi mente vuelve a un lugar en particular. Lo recuerdo bien, pero no lo reconozco, no se donde es. Diría que es un cuarto, con una cama. La luz me dice que son las seis o siete de la mañana. Tú estás ahí. Pero solo recuerdo eso, me fui a un lugar, pero ya volví. Estoy de nuevo en el cuarto oscuro. Siento dolor y frío. Espero morir pronto, no me gustaría empezar a sentir hambre y aburrimiento. Estoy tratando de llamarte, pero no me contestas… Me pierdo.
Los latidos se vuelven más lentos y suaves. Mi respiración se limita y por alguna razón me da taquicardia. Se me nubla la vista, dejo de enfocar. Ya no sé si el cuarto sigue oscuro o no. Ya no se si pueda sobrevivir. Ni si quiera se si todo esto es real… Ya no estoy. Una lágrima se cae de mi ojo izquierdo. No es por el frío ni por el dolor, menos por el hambre. Tú no estás y yo me fui. Cierro los ojos y todo desaparece…

Mis ojos se abren y puedo ver la ventana de mi pieza. La hora es incierta. No hay cortes ni sangre. Un mensaje tuyo. Después de una hora quizás, logré darme cuenta de que todo fue un invento de mi mente, una mentira cruel.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Solo para encontrarte conmigo en la mañana.


-Perdón por molestarte tanto. Te necesito ahora.
-Voy para allá, espérame.

7 am…

El cielo está con nubes y cae un poco de agua de ellas. El frío congela mis huesos y mi cara, pero nada me impide correr. La sensación constante de apurar el transcurso de las cosas me invade desde los pies a la cabeza. La música suena tan  fuerte en los audífonos que ni si quiera puedo escuchar lo que pienso. Lo único que recuerdo bien es la calle y las cosas moviéndose rápido, necesito llegar a ti lo antes posible.
Creí verte, en todas partes, a cada momento. En mi mente apareces constantemente. No quieres desaparecer, no quiero que desaparezcas… You, me and everything caught in the FIRE. I can see me drowning, caught in the FIRE.

El hambre no me deja pensar, tampoco puedo ver muy bien. Todo se mueve y todo se borra. Solo tus ojos quedan fijos en los míos, creo que eso es lo único que me mantiene atenta. El frío insiste, pero estás cerca, así que supongo que nada importa.
Nada está abierto y el hambre se difunde. Me duele la cabeza y no puedo seguir caminando, ni si quiera estoy pensando. Solo te estoy siguiendo, creo que sabes a donde ir, confío en ti como nunca confié en nadie. El frío se degrada o se me olvida. La falta de aire vuelve… No surprises please.

…A veces la mente puede ser tu peor enemigo…
Sigue conmigo. Un abrazo, reconfórtame. ¿Aún estás? No te vallas por ningún motivo. ¿Para donde vas? Solo te veo caminar a mi lado, llévame. ¿Estoy aquí? No lo creo, estoy segura de que me fui por un segundo. Me perdí, así que encuéntrame.

Las calles empiezan a llenarse de a poco. Supongo que la hora avanza, no se quedó atascada como siempre. Un minuto pasa y diez retroceden… Tiempo, ¿juguemos?
Persígueme de a poco, pero no me alcances.

Te vas, te alejas, me dejas, no quiero. Subir y bajar. Correr y caminar. ¿Ser o no ser?... ¿Soy?...

Esa canción me recuerda a ti, a cada segundo. No puedo sacármela de la cabeza, tampoco puedo dejar de escucharla, te siento a mi lado cuando lo hago. Mis ojos no dejan de ver los tuyos, no se borran. Puedo seguir así por muchos días o quizás solo minutos, segundos.
El ruido me molesta, ¡cállense todos! ¡Desaparezcan de aquí!, menos tu, puedes quedarte, te quiero aquí. Nuevamente, por ningún motivo me dejes. Caería en un pozo sin fondo, otra vez. Ese pozo en el que quizás tú también estás. Puedo hacerte compañía, puedo ser agradable. Aun que no lo creas, puedo sacarte de aquí, puedo ayudarte. No te dejaré solo… Confía.

¿No me crees capaz de seguir? Te equivocas.
¿No te crees suficiente? No lo digas, nuevamente estás equivocado.
¿Te necesito? Generalmente si
¿Te doy todo? Trato de hacerlo, siempre.

Como tú dirías… Eres mi persona favorita.