martes, 22 de mayo de 2012

Dos días en la vida.

Lo estaba mirando, fijamente, cada uno de sus detalles se me quedaron grabados en la mente, quería guardar ese momento en mi memoria. Era una sensación extraña, pero buena, me llenaba de ternura su mirada, sus ojos     se quedaban fijos en mi, con ese color cielo que combinaba con el paisaje.
-Amelia- me dijo con esa serenidad que tanto me gustaba- Por favor vayámonos de aquí, salgamos de este lugar, ambos sabemos que es insoportable.
-No sé, tengo tanto que resolver antes- le dije insegura- Es una decisión difícil, dejar todo atrás, mis padres, hermanas y amigos. Esto no puede ser para siempre.
Me quede pensando un rato, me recosté en el pasto y miré las ramas del árbol que nos hacia sombra, era un lindo espectáculo. Las hojas caían y la luz se filtraba entre ellas. Tuve la necesidad de escuchar música, así que me puse mis audífonos y me metí en mi mundo, pude pensar mejor.
El me dio la mano, ambos estábamos recostados, yo de espalda y el al lado mio boca abajo, creo que tenía la intención de dormir ya que había tenido un día muy agotador.
Yo lo miré, fijamente, me hundí en su mirada.Traté de llenar mis ojos de sentimiento, de lo que yo sentía por el. No es enamoramiento, yo se que no lo es, es algo tan extraño que no puedo explicarlo con palabras. Es un sentimiento mutuo ya que el siente lo mismo, por lo menos es lo que me demuestra.
En un momento, sin darme cuenta, estaba sonando "I want to hold your hand" , todo calzaba tan bien, casi como piezas de rompecabezas, quizás era solo coincidencia.
Lo logre, logre pensar y decidir en que haría con esta propuesta que me había dado. Estaba decidida, no sería para siempre, pero sería lo justo y necesario, para salir del sistema, poder despejarnos de lo cotidiano.
-Vayámonos de aquí- Le dije rompiendo el silencio en el que nos encontrábamos- Solo vayámonos. No soporto este lugar, esta situación en la que me encuentro con mi entorno- Me sentía tan segura, sabía que nada malo pasaría y que lo disfrutaríamos al máximo, solo dos días. Nos costaría caro cuando llegáramos, el reto de nuestros padres ademas del susto que los haríamos pasar, pero ellos también fueron jóvenes y puedo asegurar que ellos es su minuto quisieron soltar todo y largarse, quien no querría hacerlo.
Me miró, apretó fuerte mi mano, yo también sentía su seguridad. Sabía que el estaba dispuesto a hacerlo.
Nos levantamos del pasto, nos sonreímos y nos despedimos del lugar, esa plaza llena de historia y de atmósfera serena.


 Dos días en la vida nunca vienen nada mal, de alguna forma de eso se trata vivir.....

1 comentario:

  1. Creo que me fui al chancho y me los leí todos jajaja. Tienes mucho talento sigue escribiendo realmente eres muy buena !!

    ResponderEliminar