La taquicardia vuelve, pero no estás tú
para ayudarme y volver a la calma. He perdido el control. Mándame mensajes
indirectamente directos, me hacen excelente. Si querías que estuviera en el
suelo, lo has conseguido. Aquí estoy, veo todo desde abajo.
No puedo
olvidarme de “¿eso era todo lo que tenías que decir?”. Ácido culiao que me hace
mierda los ojos. Te alejas, sin nada que decir. Desde ese momento veo todo
desde el suelo.
Mi pelo
sufrió las consecuencias de mi impotencia, de mi rabia y frustración acumulada.
Mi cuerpo también. El líquido es lo único que me regenera. No puedo digerir, se
me cierra la tráquea al recordar y analizar momentos. Mis uñas tienen pedazos
de piel. Se podría decir que cada
rasguño tiene tu nombre. Vuelvo a repetirlo, estoy pagando por lo que te hice.
Por favor no creas que te mentí y que fui
falsa al entregarte amor. Nunca entregué amor, fuiste el único.
¿Seré yo la que tenga que matarte? Matarte en mi mente. Quiero que tu alma vuele
libre, te hago mucho daño como para que sigas cerca de mí. Hacerle daño a la
persona que amas, ¿no es algo sin sentido?
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