"Si nos vemos, está bien. Si no, pásalo la raja. (Quiero que nos veamos y por favor acuérdate de mí aunque sea una vez)".
Mi cama está más cómoda que nunca. Tampoco me es problema mirar el techo durante horas, aunque no tenga nada especial. Pero está neutro, como todo lo que estoy pensando.
El espejo está mirándome, me refleja. Pero sinceramente no creo ser yo. me pierdo en los ojos de la persona que está reflejada. Pienso en lo que ha pasado en los últimos tres días, ya que no me acuerdo de más.
Te convertiste en un recuerdo amistoso, con el cual he conversado horas seguidas. No creo que te imagines o recuerdes todo lo que le he contado a tu fantasma, a tu lado invisible, a tu subconsciente. O quizás sí, créeme que sería especial. Como cuando de verdad lo creíamos. ( Yo sigo creyendo en que todavía funciona).
Cuando duermes te ves único, infinito. Como si sólo sonara tu respiración y como si sólo existiera mi mano en tu pelo.
He dejado que se desarrolle como una especie de amor libre. No tengo a donde llamarte, sólo puedo comunicarme a través de terceros.
A veces pienso que no eres real, que todo es producto de mi imaginación, de la parte más solitaria de mi mente. pero sí logro sentirte como algo sobrenatural, paranormal, así que me da igual.
Me molesta particularmente el sonido chirriante de las ventanas y esa señora que le explica sobre sus mareos al auxiliar. Espero expectante, durante todo el viaje, que vomite. Quizás no lo haga.
El sol justo iluminó tus ojos cuando despertaste. Creo no acordarme de más. Quizás pueda ser posible que haya inventado ese recuerdo, pero estoy casi segura de que fue algo real.
You are all i need. i'm in the middle of your picture, lying in the reeds.
Por alguna razón el agua sale helada, pero no es algo que importe realmente. Quisiera poder ducharme en menos tiempo. No estoy segura de que sea bueno para la salud y lucidez mental -relativa- pensar tantas cosas en tan poco tiempo.
El olor del acondicionador me recuerda cuando vivía fuera de mi casa. 7:10 de la mañana, mas o menos. Al colegio, por su puesto. Lloré un par de veces a la misma hora, en el mismo lugar, por razones distintas. Mientras me peinaba con los dedos y mis manos quedaban llenas de pelos -míos o de otra persona-. Eso me deprimía un poco. Me imagino que tenía que ver con el contexto en el que vivía, en la situación.
Vuelvo al baño de mi casa. En la ducha. Me da una sensación de caída libre, sensación de miedo y mucho vértigo. Se abre la puerta.
-Buenas noches, bebé- me dice con la puerta entreabierta. El tono es muy dulce.
-Buenas noches, papá- me siento en el piso. El agua cae en menor cantidad y mucho más suave -conchetumadre-. Me quedo ahí unos segundos.
Invasión de bichos en mi pieza. De mi pelo caen gotas de agua que mojan todo. No me he vestido. Tengo la piel seca, incómoda.
Hay una luz cálida que me permite caer tranquila. Me siento extraña, importantemente distinta. Me gustaría saber qué es.
Por mientras voy a ver como un ibérico agoniza y hace sonidos agudos, perturbadores.
Es como ser de otro lugar. Y volver a tu origen cuando conoces a alguien mirándolo directamente a los ojos, reconociendo mutuamente el mismo lugar. Vivir la misma pulsación. Sentir la misma vibración. Conocer parte del secreto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario