martes, 23 de septiembre de 2014

Confesiones de un típico curao

Ver a toda mi familia de alma junta, compartiendo unos con otros sus ideas infinitas y su oxígeno, sin ningún prejuicio, sin ninguna idea previa. Mi familia del corazón. Mandalas en mi corazón, en tus cortinas y en mi vida.
La frutilla endulza mi mente y el vino contrasta con su acidez. Lo necesito, estás tan cerca, muy vivo.
El fin, de mi creatividad y de mis deseos. Deseo tu boca, tu piel, tu amor.
Ser la mina de tu vida y tú eres mi vida, ¿por qué más simple que eso?...

No hay comentarios:

Publicar un comentario