Tus pupilas reflejan las mías y tu respiración llena de aire a mis pulmones, saliendo por mi nariz.
Nuestros organismos conforman un único sistema complejo.
Me dices -"nosotros nos queremos mucho"- y para mí todo cobra sentido real con esa frase de seda que entra por mis oídos y se queda estancada en mi corazón palpitante. En este momento somos los únicos seres existentes en el planeta, nada es más importante que el secreto de intimidad y complicidad de nuestros cuerpos desnudos, tal cual somos. Nos conocemos, no tenemos nada que ocultar ni nada que debamos pretender o aparentar. Me conoces vulnerable, sincera en cualquier sentimiento y movimiento que aflora en mi piel, entregada completamente a la situación de tus sábanas desordenadas y empapadas de nuestras esencias enamoradas entre sí. Me miras con emoción, tus ojos recorren mi silueta cubierta con leves espacios de luz filtrada por la ventana, te acercas como un imán a mi cuerpo y llenamos de vibración y electricidad la habitación con aire tibio y saturado de sensaciones. Es nuestro mundo único y protector. No existe tiempo ni seres ajenos, es nuestro pacto de unión eterna y sin límites.
Perfecto ser que acaricias mi alma y cuida mis sueños. Vamos lejos de éste mundo extraño, tan violento. Vivamos nuestras emociones sin restricción. Toma mi mano y evolucionemos juntos, caminemos así por todo el sendero. No te alejes ni resistas a las fuerzas mayores, mantente aquí por siempre...
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