Me veo hundida, perdida, sofocada en el ruido encerrado de este cubo frío... Parece todo tan incierto.
Creo no ser partícipe de este escenario supuestamente real, yo siento que es mi imaginación actuando y es mi mente, recuerdos y sueños mi lugar ideal, nuestro lugar secreto en el cual podemos comunicarnos con frases de aire, besarnos con rayos de sol y abrazarnos con finos pétalos de girasoles.
Quiero perderme de aquí, quiero huir con mis letras y con tu compañía tan reconfortante, esa que me hace olvidar todo lo exterior y cruel del mundo, creando una atmósfera cósmica cálida y única, tan perfectamente simple. Sólo con sentir tus voltios eléctricos corporales junto a los míos me convierto en aire, luz, agua, me convierto en vida.
Es todo tan ajeno a mí. Eres mi único acompañante, el que comprende y anhela constantemente, al igual que yo, con perderse de la realidad, perderse en el viento y los cerros, perderse en la naturaleza viva. Eres el único que comparte mi cúpula imaginaria con luces amarillas y cielo estrellado.
No podría lograr compartir con nadie más mis pensamientos más rebuscados y ocultos en los lugares más recónditos de mi alma.
Lograste aumentar mi luz, mi ser interno colorido y reflexivo. Lograste calmar mi tormenta emocional de soledad interna. Lograste ayudar a encontrarme y encontrarte, a conocerme y conocerte.
Eres mi estrella más luminosa y mi fantasía más inquieta.
Necesitaría tinta infinita para escribir acerca de nosotros, de nuestro secreto, de nuestro pacto inquebrantable y poderoso, de nuestras palabras creadoras de planetas completos y de nuestros sueños compartidos. Necesitaría cada segundo de nuestras vidas para entregarte todo mi sentimiento en el tiempo que existiremos terrenalmente. Necesito de ti, de tu energía complementaria, de tus labios húmedos de amor, de tus brazos protectores, de tu voz constante tan dulce y prometedora. Necesito a tu alma junto a la mía. Necesito decirte "para" y escuchar de respuesta "siempre".
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