Inconfundible, tan reiterado, muy diferente, tan insistente.
Ojos fijos, brillando con consuelo y extraña esperanza comprensiva.
Brazos cálidos que me protegen del frío clima del mundo, tan reconfortantes, casi como alas.
Ese apoyo incondicional que debo canalizar y necesito entregarte con todas mis facultades.
Nos encontraremos en la imaginación cuando nos olvidemos de nuestros centros y paisajes del presente.
Recuérdame como tu frase más hermosa y recurrente
como esa flor única de pétalos perennes
como esa presencia que encuentras entre sueños en tu cama detrás de ti para asegurar nuestra unión
como esa estrella que siempre brilla en tu mente.
Sólo recuérdame e imagíname en los momentos que creas necesarios,
siempre me haré presente para tranquilizar tu inquietud tierna y solitaria de tu alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario