Entran a la sala de clases, que son más
bien las celdas en las que estarán por mucho tiempo más. Llega el profesor con
actitud de mando y superioridad. Todos tienen que pararse y saludar con el
máximo respeto ya que son todos inferiores a él. Son cabezas creadas únicamente
para absorber conocimiento y procesarlo sin cuestionar. Empieza la clase. El superior
necesita silencio y orden para comenzar el proceso de domesticación pero la
masa de gente hace lo contrario. Siguen su instinto y sociabilizan con su pares
aprendiendo en éstas conversaciones más de lo que éste profesor va a poder enseñar
en dos clases más. Comienzan las sanciones. Anotaciones, suspensiones, llamadas
al apoderado, etc. Ya todos reprimidos por no prestar atención al interesante
conocimiento que éste profe, profesional, que estudió, sacó un puntaje en la
PSU que le alcanzó para pedagogía, entró a la universidad para que su cabeza
fuera sometida al puto sistema educativo de nuestro país culiao y todo esto
para volver al círculo asqueroso de represión hacia mentes que creían ser
libres de volar a donde quisieran.
Apenas naces ya estás ubicado en una parte
del sistema. Te llevan a una cárcel un poco más sutil en donde hay unos veinte
niños iguales a ti, creyendo en la libertad de poder moverse y hacer lo que
quieran para descubrir como un niño normalmente haría.
El horario se impone, hay hora de siesta,
aunque no quieras dormir. Hay hora de jugar, aunque estés interesado en mirar
como el viento mueve las hojas de los árboles. Hay hora de comida, aunque te
sientas mal. Al momento de irse, tu mamá te pide perdón por dejarte en este
asqueroso lugar pero lo hace por el trabajo, lo hace porque el hijo de perra de
su patrón le aumentó las horas de trabajo ya que necesita más productividad en
sus empleados. Le aumentan el trabajo, le aumentan el sufrimiento de estar en
esa oficina de cuatro paredes frías, blancas, inertes, infernales. Papeles,
facturas, las cuentas que hay que pagar, los impuestos. Gracias a eso se
general miles de enfermedades causadas por el estrés del trabajo. Estas llevan
a que bajes tu rendimiento y con eso también la productividad. Eso enoja al
jefe ya que no sirves para este trabajo y estás retrasando todo. Ahora no
tienes pega, no sabes cómo vas a alimentar a tu hijo, no sabes cómo vas a pagar
el arriendo de tu casa, los impuestos subieron. Le llenamos cada vez más los
bolsillos a los que tienen más. Tu cabeza explota en el sistema. Éste te
presiona para que encuentres otro modo de generar recursos, otra forma de
sustentarte. Ya estás dentro de la mierda y no va a ser fácil salir. La mierda
te va a seguir hasta el día de tu muerte y ese momento va a ser para
preguntarse “¿en qué momento viví realmente?”.
El sistema está pensado para crear gente
diferente pero igual. Existen los parámetros en los que la misma sociedad te
encarcela. Si no cumples con los requisitos eres castigado con la crítica hacia
tu persona y la falta de oportunidades. Es mal visto no estudiar porque así
nunca vas a generar plata para los grandes, los poderosos y eso te lleva a no
ser alguien. Es mal visto demostrarle el amor a tu pareja en público ya que
debería ser algo privado, en cuatro paredes, sin que nadie te vea porque es
pecado y Dios no es piadoso. Es mal visto ser diferente. Es mal visto ser un
crítico social. Es mal visto tener una opinión de desacuerdo e inteligencia un
poco rebuscada y cierta.
No se quiere crear mentes pensantes porque
desde ahí comienza la crítica al sistema y después se difunde la idea de
revolución. Se genera organización en grupos pensantes que están en contra de
todo tipo de sometimiento.
La tele nos confunde y enferma. Televisión nacional
es como el pico. Farándula es lo que más se transmite. Famosos engañándose con
otros. Que una es terrible puta. Que otro es un drogadicto de mierda. También hay
un parcito de ninfómanas. Que él no piensa. Que se operó para ser más estúpida.
Que tuvo un hijo y no sabe de cuál de todos es. Que ganó el reality por
agarrarse con la otra que es diez veces más hueona. La superficialidad ganó.
Las noticias nos mienten cada segundo. Se puede
ver en la cara de los periodistas el juego que hay entre lo real y lo falso. Cómo
no va a pasar esto si los dueños de los canales son los que más lucas tienen en
el país y para su beneficio distorsionan cualquier tipo de noticia que no sea
de su agrado. Hay tantas mentiras evidentes pero como ya no quedan
cuestionamientos nadie emite crítica alguna.
El crítico, el distinto, el que está en
contra del sistema y lo manifiesta es sancionado. Le cortan las manos por tocar
y cantar las verdades del país y por luchar hacía la libertad. Lo fusilan por
fundar una escuela de música gratuita abierta al que quiera aprender la belleza
del arte. Son exiliados por crear revolución. Son expulsados del colegio por
hacer diferencia e inculcar entre sus pares la idea de derrocar al sistema. Son
echados de sus casas por no tener plata para pagar y de sus trabajos por no
rendir como el jefe pidió.
Yo no quiero más cárcel. El colegio es una
mierda y no quiero estar ahí sintiendo como el mundo me apedrea para que me
entren conocimientos inútiles en la cabeza. Estar encerrada en unos metros
cuadrados con treinta hueones más, totalmente diferentes unos con otros
tratando de aprender las mismas hueás que nos dicta un profesor, mandado y
regido por un libro creado por el ministerio de educación mostrándole lo que
supuestamente, para nuestra edad, deberíamos aprender. He aprendido más en una
toma que lleva dos semanas que en todo un año de clases. Eso me hace concluir
que es inútil obligarse a ir si puedo aprender por mis propios medios cosas de
mi interés sin tener que pagar más plata que la mierda. Un proceso de
autoeducación puede comenzar. No quiero volver, voy a aplicar resistencia, lo
que sea para no estar presa en un ambiente podrido de mentes vacías. VUELA CON
LA MARIPOSA.