lunes, 17 de diciembre de 2012

Tan real como respirar.


Mantener el equilibrio en el borde de la vereda no es fácil, menos cuando no estás en un estado conciente, cuando tu cerebro hace pequeños cortocircuitos. Al momento de perder el equilibrio, siento que caigo en un vacío interminable, pero dura un segundo, quizás menos.
No estoy aquí. Tengo frío o en volá es calor, tengo una impotencia sin sentido y todo pega vueltas, vueltas, vueltas para mí. Necesito saber si soy real, necesito botar esta ira, rabia, impotencia, de alguna manera. Me entierro las uñas en los brazos, hombros, piernas, lo que venga. Me detienes, quieres que haga lo mismo contigo, pero no puedo, no puedo hacerte daño… ¡No! Quédate, no te alejes, te necesito. No seas indiferente, esto no lo controlo. Tratas de verme a los ojos, pero no puedo, no quiero que me veas así. Solo toma mi mano y no la sueltes, abrázame muy fuerte cuando creas que sea necesario, dime al oído cuanto me quieres, sabes que nunca está demás.
No sé donde estamos, no reconozco calles, casas, árboles, nada. Pero creo que queda poco para llegar a un lugar seguro, donde no haga tanto frío, donde se vea algo más que la luz del cielo, esa luz intensa, molesta y artificial. Quiero algo real, no quiero seguir imaginando cosas. Tú eres real, estás aquí y eso me deja caer en el trance que quiero, me hace entrar en un nirvana placentero.

martes, 4 de diciembre de 2012

20 segundos.


“No, no puedes. Solamente sigue caminando, no pares, no mires, no pienses, no respires”.
Pulso agitado, mareo y desorientación. Hace frío pero me sudan las manos, también tiritan. ¿A dónde voy?, creí que tú lo sabías. No, no lo sabes, no estás aquí, te imaginé como siempre.
Súbete, siéntate en el único asiento desocupado. Al lado mío, una mujer, canosa, con ojos cansados, azules. Tiene un código de letras y números. BZ578. ¿De qué se trata esto?, ¿dónde estoy?, ¿quién es ella? Mira lejos, mira perdida. Logro verla y no existe, está vacía y desecha. Quita su mirada de mis ojos y vuelve a perderse en su soledad, marchita, cansada, sin alma.
Después de un rato, pensé, ¿me olvidó?, ¿en algún momento me recordó? Leí, me perdí. Dormí, me perdí. Pensé y volví a perderme. Hay una presencia densa, ¿en qué estoy pensando?
“Ya casi, no te desesperes. Elimina esos ojos de tu recuerdo, olvídalos, como ellos lo hicieron contigo”
20 segundos de oscuridad, de un túnel, de frías rocas y tenues círculos rojos. Fue lo que sentí.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Your hand in mine


…Las llaves del auto de mi viejo están encima de la mesa. Podría tomarlas e irme. Te paso a buscar a tu casa en media hora. También podríamos tomar un bus a cualquier lugar y perdernos, ¿te parece?
Generalmente cuando pienso algo así, el vacío se hace más grande. Demasiado masoquista para mí gusto. Pero más allá de extrañarte, ahora te necesito. Necesito de tu presencia para terminar bien un día. Nada más que eso…

No quiero irme y tampoco quiero que te vayas. Pero hay un algo que me presiona y me exige llegar temprano a un lugar x. Me controlan por el celular, llamadas seguidas y muchas perdidas. No contesto, me despido de ti y me voy.
Llego al lugar x, saludo a mi vieja, a mi hermana y me voy al baño. Me veo al espejo casi imaginando mi cara, porque la verdad, no veo bien. Mis ojos, me arden y en mi cuello tengo unas marcas, trato de esconderlas para que no se arme un “escándalo”   
Me siento y rápidamente se entabla la conversación. Me voy por un rato, me perdí viendo algo incierto. Pensé en ti y no volví. Llegaste a mi viaje y me frenaste. Conversaste un rato conmigo, tomaste mi mano y me llevaste a un lugar que solo tú conocías. Parecía como si hubieran pasado horas y solo fueron minutos. No, por favor no te vayas, no desaparezcas…Volví. La mesa con los platos y las copas siguen ahí, todo igual. Creo que nadie se dio cuenta de mi falta de concentración.
Para orientarme más miré hacia atrás. Había una mesa de unas treinta personas, puros PDI. Me dio una sensación de asco y mareo. Luego de eso, me di vuelta y traté de parecer bien, normal.
Otro escenario, también es un lugar x. Mucha gente, un olor que me da arcadas, calor y humedad. El guardia me sigue con la mirada hasta que desaparezco entre las personas. No sé que hacemos aquí, pero se que no es donde quiero estar. Me sofoco y te necesito otra vez. Los sermones y los comentarios para que cambie la actitud me llegan por los dos lados. Digo que voy al baño y me demoro lo más posible. Me quedo ahí un rato, mirando mi cara en el espejo para sentirme un poco más real. Salgo y doy vueltas. La excusa por la demora sería que me “perdí”, así puedo demorarme sin recibir quejas…

-Tanto que te demoraste, es como si no quisieras estar acá, compartiendo con tu familia
-Me perdí, no las veía
-Cambia la cara, acuérdate que andas con nosotras. Para la otra anda sola.

Nos vamos. No quiero volver a mi casa. Tenía la idea de verte otra vez, la necesidad en realidad. Vuelves y nuevamente nos vamos. Creo que es lo que debemos hacer. Te llevo para que me lleves. Pienso en la satisfacción que sería una semana sin control, sin límites ni parámetros. No los necesitas, no los necesito. No funcionan, no reaccionan. Piénsame y hazme volver o si quieres me llevas más allá. Al planeta o galaxia de la cual vienes. A donde quieras, voy contigo. Necesítame, quiéreme y luego recuérdame. Haré lo mismo por ti. Abrázame cuando no pueda respirar, no me dejes caer cuando pierda el conocimiento. Si me siento sola, acompáñame de la manera que puedas. Si te pido un beso, simplemente no me sueltes. Si no soporto el mundo, hazme un lugar con el suficiente oxígeno para dos. Dame de tu aire y de tu dióxido de carbono. Límpiame y luego envenéname. Solo dame cortos de ti todos los días, con eso, soy inmortal.  

domingo, 11 de noviembre de 2012

En un trance


Un cuarto oscuro, pero logro ver todo con detalles. Alguien entra y se acerca muy rápido hacia mí. Tiene una pistola. Una G17 para ser exacta. Me está apuntando. Suponía que esto iba a suceder, pero el miedo me invade totalmente. No hay nada que pueda hacer. ¡Mátame rápido! Puedo ver como la bala se acerca de a poco, tan lento que podría tomarla con las manos. Llega directo a mi pecho y mi cuerpo cae al suelo. La sangre está esparcida en mi ropa, tiñéndola de un fuerte color rojo.
Creo que es un hombre de edad indefinida el que se me tira encima y me hace cortes innumerables en las piernas, brazos y cara. El dolor es indescriptible y la sangre inimaginable. Tu imagen se aparece en mi mente. Me están matando y voy a morir pronto. Te extraño.
Mi mente vuelve a un lugar en particular. Lo recuerdo bien, pero no lo reconozco, no se donde es. Diría que es un cuarto, con una cama. La luz me dice que son las seis o siete de la mañana. Tú estás ahí. Pero solo recuerdo eso, me fui a un lugar, pero ya volví. Estoy de nuevo en el cuarto oscuro. Siento dolor y frío. Espero morir pronto, no me gustaría empezar a sentir hambre y aburrimiento. Estoy tratando de llamarte, pero no me contestas… Me pierdo.
Los latidos se vuelven más lentos y suaves. Mi respiración se limita y por alguna razón me da taquicardia. Se me nubla la vista, dejo de enfocar. Ya no sé si el cuarto sigue oscuro o no. Ya no se si pueda sobrevivir. Ni si quiera se si todo esto es real… Ya no estoy. Una lágrima se cae de mi ojo izquierdo. No es por el frío ni por el dolor, menos por el hambre. Tú no estás y yo me fui. Cierro los ojos y todo desaparece…

Mis ojos se abren y puedo ver la ventana de mi pieza. La hora es incierta. No hay cortes ni sangre. Un mensaje tuyo. Después de una hora quizás, logré darme cuenta de que todo fue un invento de mi mente, una mentira cruel.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Solo para encontrarte conmigo en la mañana.


-Perdón por molestarte tanto. Te necesito ahora.
-Voy para allá, espérame.

7 am…

El cielo está con nubes y cae un poco de agua de ellas. El frío congela mis huesos y mi cara, pero nada me impide correr. La sensación constante de apurar el transcurso de las cosas me invade desde los pies a la cabeza. La música suena tan  fuerte en los audífonos que ni si quiera puedo escuchar lo que pienso. Lo único que recuerdo bien es la calle y las cosas moviéndose rápido, necesito llegar a ti lo antes posible.
Creí verte, en todas partes, a cada momento. En mi mente apareces constantemente. No quieres desaparecer, no quiero que desaparezcas… You, me and everything caught in the FIRE. I can see me drowning, caught in the FIRE.

El hambre no me deja pensar, tampoco puedo ver muy bien. Todo se mueve y todo se borra. Solo tus ojos quedan fijos en los míos, creo que eso es lo único que me mantiene atenta. El frío insiste, pero estás cerca, así que supongo que nada importa.
Nada está abierto y el hambre se difunde. Me duele la cabeza y no puedo seguir caminando, ni si quiera estoy pensando. Solo te estoy siguiendo, creo que sabes a donde ir, confío en ti como nunca confié en nadie. El frío se degrada o se me olvida. La falta de aire vuelve… No surprises please.

…A veces la mente puede ser tu peor enemigo…
Sigue conmigo. Un abrazo, reconfórtame. ¿Aún estás? No te vallas por ningún motivo. ¿Para donde vas? Solo te veo caminar a mi lado, llévame. ¿Estoy aquí? No lo creo, estoy segura de que me fui por un segundo. Me perdí, así que encuéntrame.

Las calles empiezan a llenarse de a poco. Supongo que la hora avanza, no se quedó atascada como siempre. Un minuto pasa y diez retroceden… Tiempo, ¿juguemos?
Persígueme de a poco, pero no me alcances.

Te vas, te alejas, me dejas, no quiero. Subir y bajar. Correr y caminar. ¿Ser o no ser?... ¿Soy?...

Esa canción me recuerda a ti, a cada segundo. No puedo sacármela de la cabeza, tampoco puedo dejar de escucharla, te siento a mi lado cuando lo hago. Mis ojos no dejan de ver los tuyos, no se borran. Puedo seguir así por muchos días o quizás solo minutos, segundos.
El ruido me molesta, ¡cállense todos! ¡Desaparezcan de aquí!, menos tu, puedes quedarte, te quiero aquí. Nuevamente, por ningún motivo me dejes. Caería en un pozo sin fondo, otra vez. Ese pozo en el que quizás tú también estás. Puedo hacerte compañía, puedo ser agradable. Aun que no lo creas, puedo sacarte de aquí, puedo ayudarte. No te dejaré solo… Confía.

¿No me crees capaz de seguir? Te equivocas.
¿No te crees suficiente? No lo digas, nuevamente estás equivocado.
¿Te necesito? Generalmente si
¿Te doy todo? Trato de hacerlo, siempre.

Como tú dirías… Eres mi persona favorita. 

lunes, 22 de octubre de 2012

¡Wake Up!


No estoy, no veo nada. No dejo de reírme. Me siento bien. ¿Mis ojos? ¿Mi cara? ¿Se nota mucho?
Ahí estás, con tus amigos. Soy un asco, perdóname. La risa no para, me pones feliz.
Tengo una pasta en la boca, el corazón no para y no puedo bajar la sonrisa.
Ven, acércate, por favor. Dame un abrazo, estás aquí ¿o no? ¿Otra vez te estoy imaginando? Abrázame. Hazme sentir tu presencia.
Nos vamos. Quería más tiempo. ¿Sigue notándose? Entramos al auto. Hay un silencio tenso y se siente el ambiente pesado, denso. Nadie habla. Linda, veo en tu cara que no quieres ir. Tú tranquila, estamos juntas, vamos a ver como nos pasamos esto.
La casa es bastante linda, con buena ornamentación. Parece una casa de típica película gringa. Bueno, no solo la casa es así, si no que también los que viven en ella. Se nota que aparentan, aun que no se ve infelicidad en sus caras. Son una pareja que no se relaciona mucho, no en público y tienen un hijo de unos cuatro o cinco años, muy desagradable y odioso. Los demás invitados son del mismo prototipo. Todos compañeros de trabajo, “colegas”.
Te pones a tocar piano, todos te admiran mientras lo haces. Me miras con una cara de desagrado y veo en tu expresión que estás incomoda. Deja de tocar, siéntate conmigo, conversemos de algo. No me siento muy cuerda para hacerlo, pero me las arreglaré.
Luego de un rato, las familias burguesas se sientan a comer en la mesa. Las damas o ladys se ponen graciosas cuando se les pasan las copas. Se revela su lado obsceno, vulgar, hasta parecen de la prole ¡Si se vieran! Y los caballeros, los lords hablan de trabajo, autos, economía y quizás de sus amantes. Con esa risa grave y sutil. Como un noble cualquiera. Siendo dueños del país ¿de que otra forma actuarían?
Veo que somos los bichos raros del lugar. Pantalones rotos, pearcings, actitud normal, sin aparentar. La hija del cumpleañero y su “amiga”. Que deshonra ¿no? Se rompe todo el esquema, toda la maqueta que estaba armada. Además de estar todas afuera, sin compartir con ningún tipo de la high society. Te apuesto que son puros tipos de derecha, con una mente capitalista, además de cerrados y cuadrados en su forma de pensar. Lo que ellos dicen es lo correcto, es lo real. ¿Cómo no?, son dueños de todo, el dinero lo arregla. Hasta podría distorsionar la mentira y convertirla en verdad, es lo que hacen. Viniendo de un buen colegio, tienes mayor habilidad de desarrollo, un vocabulario amplio y dinero. Con estas tres puedes engañar a cualquier ignorante. Puedes comprar a cualquier “inferior”.
Ninguna de las dos soporta más esta situación, la necesidad de irnos es potente. Insiste por favor, es solo irnos, a cualquier lugar. Solo quiero salir de este círculo sucio, envenenado. Hay que preguntarle al “patrón”. Este anda de buen humor, nos deja irnos. – No es necesario que se queden todo el rato-. Libertad. Nos vamos, cuídense bien, disfruten, algún día la base de la pirámide va a sacudirse, adiós. Abre la puerta, pasa por el ante jardín, abre la reja y corre. Por fin salimos de ahí y puedo ver en tu cara la sensación de alivio, supongo que tengo la misma expresión.
-¿Un cigarro prima?
- Por su puesto. Mínimo vamos a celebrar, tomarnos algo, pasar el rato
- Obvio, estamos libres.

Después de un rato nos pasan a buscar. El auto está lleno de bolsas de regalo y la densidad del ambiente es la misma. Entramos a la casa, comemos algo y yo me acuesto. Estoy muy cansada y por su puesto, la taquicardia me acompaña de a poco. Podría mejorarme hablando contigo, pero no tengo plata en el celular, es desesperante. Me duermo pensando en eso.

La mañana está nublada y corre viento. Hace frío, pero caminando se me pasa. La verdad, es bastante camino. Corro hasta abajo y cuando llego me doy cuenta que bajé en todo sentido. Aquí se ven micros, el olor es distinto y la gente también. Volví a la normalidad, salí de la burbuja, estoy en la realidad. Pensar esto me saca un peso de encima, ahora puedo vivir en mi locura tranquila.
Después de caminar un rato, saco un libro, un cigarro y me siento por ahí para despejarme y volver a mí. La hora pasa, pero en este momento para mi no existe. Una hora más, una hora menos ¡que importa!
Salgo de mi mente un rato, cierro el libro, apago la colilla del cigarro, pesco mi mochila y sigo caminando.
Recuerdo que quería hablar contigo. Busco un teléfono público… Fuera de servicio. Por la mierda. Busqué por harto tiempo alguna forma de llamarte, pero no pude. Algo me decía que hablaríamos después.
Sin nada más que hacer, me acuerdo que tengo que volver a mi casa. Me pongo los audífonos, saco nuevamente el libro y me voy.

jueves, 18 de octubre de 2012

Contaminado.


…Me siento pésimo. Te llamo y espero. No contestas. Hago lo mismo un par de veces más, pero nada, tu voz no me habla. Cuando más te necesito no contestas tu puto celular…

Salgo y camino un poco. Me doy cuenta que cada persona está en su mundo. Todos hablando por celular o quizás metidos en que cosa usando Internet. Cortando todo tipo de relación o cualquier contacto visual. La frialdad se convierte en un hábito humano. Lo más probable es que pase alguien a mi lado y me choque o termine empujándome, sin  ninguna disculpa. Así de simple, a la gente no le interesan esas cosas. Van fijos a su destino. “No viven la vida. Dejan que esta les pase por el lado, mientas están ocupados buscando su destino, su meta, su ambición”.
No dejo de pensar en esa frase.
La verdad, solo quiero hablar contigo. Te llamo y nuevamente suena el timbre de “sin respuesta”. Tú estás sin respuesta alguna, tiene razón…

Este es mi lugar. Entro a un salón que tiene en el un piano de cola. Me siento y empiezo a tocar. Lo único que quería era esto, era olvidarme de todo por un segundo.
Gente a mi lado habla por celular o manda mensajes sin parar. Metidos en su mundo ficticio, frío. Supongo que ellos ya están “Lobotomizados”. Yo todavía tengo un poco de razón en mi pensar, aun no estoy incluida en el sistema por completo. Tengo minutos más de vida.
Me voy, vuelvo al mundo. Gente robot caminando en todas direcciones ¡En cualquier momento me atacan! No puede existir un ser tan distinto al molde de “lo que es correcto” y de “como debe ser una persona para ser aceptada”. Percibo eso en su mirada, con desprecio. Así se debe tratar al que no es igual que tú, solo desprecialo. Eso dice el sistema.
El ruido se convierte en contaminación acústica. No puedo evitar escuchar a los que pasan por mi lado, hablando de sus problemas económicos, de que se te olvidó pagar las cuentas, de que se vienen las elecciones, ¿por quién vas a votar?... Como si me interesara. Son todos la misma mierda, solo que con distinto discurso. A eso se le suma el hecho de que está lleno de carteles con propagandas políticas. No soporto verle la cara a estos hueónes todos los días, termina saturando. Contaminación visual.
Exceso de autos y también de sonido… Si por cada 10 autos 8 tocan la bocina más de 3 veces seguidas. ¡Imagínense!
Entro al Ripley y subo al tercer piso. Me compro un café y me lo tomo en una mesa, la primera que se desocupa. Me siento y leo. Pasan 15 minutos, me doy cuenta de que este no es un buen lugar para estar. Es un asco.
Afuera, con un poco mas de aire, saco un cigarro y me lo fumo mientras camino. Ya sentada en una banca, sigo con mi lectura unos 15 minutos +.
Levanto la vista y para mi agrado vienen un par de tipos acercándose, algo van a pedir. ¿Encendedor?, no, no tengo, sorry. Mentí. No molesten.
Pienso en llamarte la última vez, pero no lo hago, hay algo que me retiene… Si solo te aparecieras. Tendrías tiempo, que es lo que necesitabas según tú. Yo puedo dártelo, pero tú aprovéchalo.
Se hace de noche, tengo que volver a mi casa. No queda tan lejos así que camino. Podría imaginar que la cuidad muere en la noche, pero al contrario. Es cuando más vive.

domingo, 14 de octubre de 2012

After


Un dolor de cabeza terrible, tengo sueño y no me puedo el cuerpo. Me voy a acostar pero no puedo dormir. Leo y termino el libro. La Matilde llora, muevo el coche y se queda dormida. Necesito irme…
Llaves, celular, música. Vamos. El camino se me hace largo, pero está bien, necesito un poco de tranquilidad, un rato para pensar. El piso se mueve y hay mucho ruido, tambores creo. Desde lejos veo el colegio y me deprime un poco. Está tranquilo, no hay gente. Traté de pasarme, pero no pude. Me di cuenta que no tenía sentido.
Sigo y te veo caminando por la vereda de al frente, pero claro, no estás, es solo mi imaginación… ¿Estarás cerca?, quiero verte, te necesito.
Mi corazón se para por un momento y me viene una electricidad en las piernas. La respiración lenta y no puedo seguir de pie. Me apoyo en una muralla para no caerme, el mundo da vueltas y quiero vomitar. Saco un cigarro y aspiro de a poco el humo ya que me falta el aire… Ayúdame.

Pasa el tiempo, lento y a la vez rápido. Desde aquí puedo ver la puesta de sol y no sé porque hace que me acuerde de ti. Te llamo, no contestas. ¿Te pasó algo?
El cielo está negro, ya es de noche. Trato de enfocar bien para ver si hay estrellas, pero no puedo, no veo nada. Ellos caminan adelante, yo me quedo atrás. Alguien me espera
-         Ya no puedo caminar más, siente mi corazón.
-         ¿Vas a morir? No exageres.
Nadie me escucha. Ya no puedo caminar más así que me siento en la vereda y respiro un poco. Alguien se sienta conmigo, me está hablando pero no escucho nada, solo asiento con la cabeza. Cada persona que veo pienso que eres tú, estás en todas partes.
Mas cigarros, mas humo, menos aire, menos sentido. Es el síndrome de abstinencia.
Mi mente te imagina de nuevo, estás ahí, mirando como muero de a poco. Abrázame y dame un beso. Haz que mi corazón funcione, quítame el frío, dame aire…

Divago, me acuesto en el piso. Escucho como conversan y se ríen, también lo hago para que crean que estoy con ellos. Quiero vomitar, necesito. Me paro y me meto los dedos, no puedo.
Vamos a la casa, por favor. Todos se paran, se despiden y se van. Camino sola adelante. El viento me llega con fuerza en la cara, tengo frío. Otro cigarro para calmarme.
Llegamos, por fin. Comida, agua y el último cigarro del día. Voy al baño, me miro al espejo. Soy un asco, tengo las ojeras marcadas y profundas, tengo la boca reseca y con leves cortes. Me voy, no puedo verme así. Necesito dormir, pero…Where is my mind?...

martes, 9 de octubre de 2012

Alucina y confía.


...Cuarto blanco, paredes rayadas. No hay nada en el, excepto una foto pegada en el techo.
La ventana está abierta, entra frío. No tengo abrigo, solo una rara sustancia…
-¿Quieres un poco?
- ¿Sus efectos?
- Alucinaciones de alto nivel, pero solo eso. Tranquila, estás conmigo
- Hace efecto. Tu cara se acerca y estás de color azul
- Mantén la calma. Alucinamos.
Acabo de cortarme la mano, no sé con qué, pero el corte es profundo y la sangre interminable, de un color rojo intenso. Ahora no me duele, después lo hará.
Desde donde estoy, logro ver la foto que está en la pared, pero no puedo identificar bien que sale en ella. Supongo que estoy con ceguera o algo así, no distingo bien…
- No confío en ti. Tampoco se que pretendes.
-¿Qué se supone que haga?
- Confía en mí. Luego de eso, yo podré ayudarte.
No se si es de día o de noche, el cuarto está igual. Mi ceguera no desaparece, pero estoy tranquila, tú estás aquí…
.Just don’t leave, don’t leave.

sábado, 6 de octubre de 2012

Full album


Veo el mensaje y es desesperante, torturante... ¿Lagrimas?, no llores, estúpida.
Intenté llamarte antes, pero no contestas. Sabía que no ibas a estar.
Nada de plata en el celular y necesito hablarte, aclararte. Totalmente viciante.
Estoy adormecida, pero aun así, se que me acordaré de todo…

Hablamos. Te lo digo todo, lo “vomito”… un silencio. Solo dime algo.

La desesperación pasa. Pude hablarte.

Un cigarro.
Rubber Soul.
Cansancio.
Nuevamente taquicardia.

..Michelle, ma belle. These are words that go together well. My Michelle...

Creo que me dormí, no sé por cuanto tiempo… 2:00 am.
Otro cigarro… “El tabaco produce cáncer bucal”.
No sé si pueda dormir.
Días extraños. Definitivamente algo cambió. ¿Cambié yo? , ¿Tú?...

...You don’t look diferent, but you have changed. I’m looking trought you, you’re not the same...

Puede que me pase la noche escribiendo. Puede que me duerma antes de eso. Puede que me fume uno, pero puede que no.
El dolor de cabeza es impresionante. Siento como me quema la garganta y los ojos me arden. No sé que espero, ni si quiera se si espero algo… Ya estoy divagando.

...Carve your number on my wall . And maybe you will get a call from me. If i needed someone...

Última canción, últimos minutos, último veneno de la noche, última gota de inspiración.
El nuevo día se acerca. Domingo de mierda… 2:30 am.
¿Apareces?   Por su puesto, cómo no ibas a estar rondando por aquí sin que tú lo sepas. Quizás lo imaginas, o quizás no piensas en ello… ¿Tocando guitarra? ¿Durmiendo? ¿Fumando?  No sé, es lo que supongo.
Taquicardia, ¡desaparece ahora! Me asustas…
Respira con paciencia. Inhala, exhala. Una y otra vez.
Buenos días, o… ¿Buenas noches?
RECUERDA: “El tabaco produce cáncer bucal”.

Let this be a sermón. I mean everything i’ve said. Baby i’m determined. And i’d rather see you dead...

Reporte de último momento.


Sin aire, así estoy. Corazón a mil por hora, esto no se ve nada bien.
Ojeras, profundas, marcadas. Creo que se me nota mucho.
¿No quieres venir?, me haría bien. La verdad, ese es todo el problema.
Fumadora pasiva allá afuera. Bastante sola aquí adentro. No se que hacer, ni a donde ir.
¡Ven!, por favor. Aparécete de alguna forma, comunícate aun que sea…
Unos vasos de piscola. Tomando sola, con tu presencia plástica, de mentira. Montaje mental. Es bastante triste.
No se si prefiero la soledad o la compañía. Te prefiero aquí conmigo.
Mierda, es inevitable no pensar esto. Es inevitable no pensar así.
Perdóname. 

Paso por Paso


Labios sangrando, partidos.
Boca seca, sin saliva.
Respiración cortada, lenta.
Tus ojos mirándome, taquicardia.
Cigarro en la mano, humo.
Corto de vodka, calor interno.
Aspirando el humo ajeno.
No veo, ¿estás aquí?
Me debes algo, ¿me lo pagas?
Abrázame, no me sueltes.
Quieres pegarme, hazlo.
Mordidas en los brazos, marcas.
Una risa, satisfacción.
Escucha la canción, ¿te gusta?
Vacío, lo siento.
Boca morada, tinte de vino.
Mis manos tiritan.
The funeral, Band of Horses.
Quiero tomar, solo hay cerveza.
Tu olor, el vicio, la presencia.
Deshidratada, nuevamente la boca seca.
Ojos rojos, como si fueran a explotar.
Miro hacia atrás, ya no estás.

139 lexatins.


Y todo pega vueltas, vueltas, vueltas para mí…
Abro los ojos y me doy cuenta de que no estoy en mi pieza. Luego de un rato me acuerdo que me quedé en otra casa. Miro al techo y no se que pensar, eso si, es muy temprano. Quiero seguir durmiendo. Estoy segura de que te vas a aparecer en mi cabeza en… 3, 2,1. Aquí estás, te echaba de menos. Cada vez te apareces más seguido y más permanente.
Siento que me falta una parte, siento un leve vacío y mucha angustia. No es bueno. Quiero un pito. Quiero un vaso de vodka. Quiero que estés aquí…

Saltando.
Saltamos.
 Salto…
Veo como todo sube y baja de a poco. Las piernas me pesan, igual que los parpados, pero tengo risa, mucha risa.
Este es un perfecto escenario de distorsión. Podría estar con un cigarro en la mano y un vaso de vodka con bebida. Podría estar volá. Podría estar contigo… pero no. Yo subo y bajo en una cama saltarina con ellas, que se ríen sin parar, igual que yo. Pero totalmente sobria, eso no es bueno o no es lo correcto. Reírme sin parar, sin estar con un poco de alcohol o droga en mi cuerpo, fue raro.

Mi voz se esfumó. Tengo sueño y ya no siento mis pies. Canté mil canciones de amor y ahora no me puedo mover…
El cielo está lleno de nubes y el sol me hace entrecerrar los ojos. Me acuerdo de ti y las mariposas vuelan sin parar. El corazón se acelera y me da taquicardia. El cielo está sin nubes y yo ciega, sin poder respirar bien… ¡Dame vodka! ¡Dame vicio! ¡Dame tu mano! ¡No me dejes ir!

El tiempo no parece pasar. Me voy, para que. No tengo a nadie quien esperar…Y todo pega vueltas, vueltas, vueltas para mi…

domingo, 30 de septiembre de 2012

Como el sol entrando a la avenida.


Desde donde estoy, las ramas de ese árbol se ven muy bien, con el sol a contraluz… Pero espera, también estás tú, sentado a mi lado. No te veo muy bien, pero siento tu presencia. Tomo tu mano y la pongo en mi cara, para sentirme quizás mas contigo, ya que no te siento lo suficiente.

Vayámonos de aquí, no me siento a gusto, ni tampoco cómoda. Hay un ambiente extraño y tenso…. Definitivamente quiero tomar algo, un vodka no vendría nada mal.

Solo caminas, sin mirar a ningún punto fijo y, claro, yo no dejo de mirarte. Cruzo la calle y el sol me llega directamente a los ojos y dejo de ver por un momento, te pierdes.
Después de un tiempo, vuelvo a mí. No me gusta esto, pensamiento libre que vuela cuando quiere.

-Oye… ¡Oye!
-¿Qué?
-Concéntrate por favor
-Perdóname, me pierdo.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

no es nada


-¿Frío?
-No
¿Calor?
-Tampoco
-¿Qué sientes?
-No lo sé… Realmente no lo sé. Adormecimiento quizás.

Estoy acostada en mi cama, mirando el techo con la mirada vacía, creo que sin ningún sentimiento. Tampoco se como me siento y eso hace que me angustie mas.
Supongo que está sonando música…My girl, my girl, don’t lie to me, tell me where did you sleep last night. In the pines, in the pines, where the sun don’t ever shine. I would shiver the whole night through...

No tengo la voluntad para levantarme, pero tampoco me quiero quedar aquí, esto es deprimente y hasta un poco denigrante.
Puedo ver a través de la cortina la luz, blanca y tenue, la cual alumbra con un tono azulado todo el lugar.
Sigo mirando el techo, como tratando de salir con el pensamiento, pero no tengo la suficiente concentración como para imaginármelo y que termine siendo creíble.
Lo más probable es que necesito un poco de ese algo para sentirme mejor… Maldita mente.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Compañía Psíc.


Llevo caminando horas o por lo menos así lo siento, exactamente no sé donde estoy, pero creo saber a donde voy. La hora es… no sé, no me interesa saber tampoco.
La música suena fuerte en los audífonos, pero me agrada, así quiero que sea, solo yo. Estoy muy distraída, ni si quiera siento mis pies en el piso cuando camino, lo único que logro sentir es el viento, pero muy leve, la verdad, no me siento en mi, no estoy aquí…

Espera… ¿Por qué te apareces?, no deberías entrar a mi mente así como así. Bueno, si quieres quédate, me gusta tu “compañía”. Estás y no quieres irte, no se supone que pase esto, pero… Es lo que pasa, no me lo explico. Pensando en eso, se me olvida que caminaba o que estaba en alguna parte, mierda, no he caminado nada, me queda bastante, bastante tiempo para pensarte.

Ya casi, no se la hora, pero tengo que irme. Miro por si estás cerca, uno nunca sabe, podrías estar por aquí, solo quiero eso, encontrarte por ahí, en algún lugar. Me doy un par de vueltas , solo quiero corroborar que no estás, además, cada vez son más mis ganas de caminar…
Me mareo, pero siento la necesidad de seguir y no parar. Quiero un cigarro, solo uno, quizás más, no lo acostumbro, pero tengo la necesidad de.
Sale la chispa, luego el fuego, saco el cigarro y lo pongo en mi boca. Lo prendo lentamente, como también trato de disfrutarlo, sentir el veneno del humo, solo un poco.

Quiero llamarte, créeme que lo haré, solo para saber donde estás, no creo que cerca. Pero si no fuera así, necesito un poco de compañía… Por favor aparece.

sábado, 11 de agosto de 2012

Pepita de oro.

"Es como si te encontraras una pepita de oro y la perdieras... ¿Habría sido mejor no encontrarla y evitar sufrimiento?, ¿o es mejor haberla encontrado y poderla disfrutar mientras la tuviste?... Piénsalo y vele el lado positivo, las cosas siempre pasan por algo. Este era el momento en el que debía pasar.

lunes, 6 de agosto de 2012

distorsión de la realidad


El viento roza mi cara como si fuera seda, cierro los ojos y siento como si volara
El paisaje me acompaña, con esos verdes y grandes árboles que se movían con el viento. Ese cielo que parecía pintado con acuarela de color naranjo, con pájaros insertados en el…
De alguna manera, siento que esa linda imagen desaparece de a poco, se va desvaneciendo. Dejo de sentir el calor de mi cuerpo. Todo empieza a tomar un color oscuro. Los pájaros vuelan lejos, el cielo está gris y las ramas de los grandes árboles se van cayendo poco a poco. Estoy sola y me siento en un vacío interminable. Solo quiero que esto se acabe lo antes posible. Cierro los ojos y escucho una leve voz diciéndome  “-Corre y no dejes de hacerlo, cuando te sientas lo suficientemente lejos de esto, puedes parar. Tu sensación de soledad permanecerá en ti por unos días, pero no te preocupes, es normal tener sentimiento de perdida. Te aseguro que esto es por un bien superior, aléjate de todo lo que conoces. Vuelve a construirte una vida, una vida nueva, con nuevos pájaros, nuevo cielo, nuevos árboles y nuevo paisaje. Conviértete en una nueva persona, renuévate. Lamento decirte que ese lindo paisaje en el cual estabas era un montaje de tu mente, gracias a ella viviste en una constante mentira. Ahora estas en el mundo real, enfréntalo solo como tu sabes hacerlo. Pero algo muy importante, siempre se tu misma, con eso lograras lo que te propongas”.
Tal como esa voz me dijo, me alejé del lugar y corrí como nunca lo había hecho. No pude evitar soltar unas lágrimas al pensar que todo era un montaje de mi mente, nada era tan real como yo lo sentía. Vivía en una mentira, pero fue una linda mentira, la cual disfruté mientras duró.
No podía dejar de correr, pero aún sentía el viento el mi cara, eso me hacía sentir feliz. Pero un sonido me interrumpe y me desconcentra, es como un timbre. Dejo de sentir mi cuerpo, dejo de sentir el viento. La sensación de pérdida es cada vez mas fuerte. Mi corazón late a mil por hora, además de una electricidad en mi cuerpo.
Abro los ojos y veo el techo de mi pieza, estoy acostada en mi cama, con esas sabanas suaves que tanto me gustan
Ahí me di cuenta de que nada es tan real como parece…

lunes, 18 de junio de 2012

Contrato.


Hace frío, pero queda harto que caminar, así que voy a entrar en calor en un rato más. No quiero estar enojada con el, pero me hace sentir celos intencionalmente, así que se lo merece, por un rato aun que sea.
Camina a mi lado y empieza a hacerme reír, así que no puedo evitar romper la barrera de frialdad, le doy la mano, me siento protegida, me siento segura, me siento bien. Todo va bien, conversamos como de costumbre, me siento como de costumbre cuando estoy a su lado. Por una razón extraña, me acerco a su boca y lo beso, puedo sentir su rechazo, puedo sentir su atracción, puedo sentir su sensación bipolar. Por un momento pensé que estuvo bien lo que hice, pero con su “tenemos que tratar de que no se repita”, supe que no era así. Me quedé mucho rato en silencio, para que notara mi disgusto y bueno, la verdad no sabía que decirle.
Después de haber caminado bastante, el me pide que nos sentemos un rato, supongo yo que quiere conversar de lo que había pasado, que la verdad, mirándolo en perspectiva no es malo, pero bueno, no a todos se les hace fácil mirar con perspectiva las cosas. Admito que tengo un nudo en la garganta, pero no quiero que el se de cuenta de que me dolió su rechazo, no quiero mostrarme débil a la situación. Está mirándome, fijamente, pero yo no lo miro, no quiero mirarlo. Hay un silencio incomodo, pero estoy esperando que el me diga algo.
No soporto el silencio así que, de la nada le digo “creo que esto no está funcionando” con una voz despreocupada pero muy fría, me acomodo y me acuesto en el pasto con mi mochila de almohada, el se sienta a mi lado, y sigue mirándome, sin decir ni una palabra, pero tiene cara de estar reflexionando, así que lo dejo pensar.
Prefiero omitir todo lo que conversamos, que fue bastante, pero concluimos algo, algo muy confuso y para nada concreto. Me siento desprotegida y sola, se que esto nunca va a pasar, o por lo menos no en un futuro cercano y pensar eso hace que enfríe mi actitud.
Por fin sale el sol, ya no tengo frío, ya no estoy tan enojada y termino dándome cuenta de que, podríamos aprovechar este día como para descansar del mundo y olvidarnos un momento de todo…
-Oye, ¿podemos tomarnos este día para los dos?
-Obvio que podemos.
-Quiero que sea como nuestro “día en la vida”, para olvidarnos de la realidad y entrar un rato en “nuestro mundo”. Pero por favor prométeme que, te vas a olvidar de todo, no quiero que te sientas incomodo.
- No va a pasar, yo también quiero dejar este día para nosotros, de verdad.
Me siento bastante victoriosa con este “acuerdo”, será por poco, muy poco tiempo, pero es mejor a nada, así que me siento conforme, quiero aprovechar este día, de verdad que quiero, ya que, se que no se volverá a repetir.
-Olvidémonos un rato de tu hermano, sin sonar pesado, obviamente. Pero quiero que estemos un rato tranquilos- me dijo con un tono despreocupado y gracioso
- Jajajaja, no hay problema, total, esperar un ratito, no le va a hacer mal- le dije yo con un tono diez veces mas despreocupado que el del.
Fuimos en dirección a la plaza, ambos sabiendo que no era el mejor lugar de tranquilidad, pero era lo que más cerca estaba, y para serte sincera, de alguna manera termina siendo un lugar de linda apariencia, con bancas y todo eso.
No voy a mentir, realmente creo, que nunca voy a olvidarme de esa banca, siendo algo material, termina siendo algo con valor sentimental y es solo una banca, de una plaza común y corriente.
Me acosté en la banca, apoyando mi cabeza en sus piernas. El árbol que estaba arriba de nosotros, nos hacia una sombra muy agradable, además de que el clima estaba a nuestro favor. El sol calienta lo suficiente y hay un leve soplo de viento, que se enreda en mi pelo, haciéndome sentir bien, a gusto.
-Hagamos un contrato, un contrato sobre “esto” que tenemos- me dijo casi bromeando.
-Un contrato. Odio los contratos, ya que, cualquiera puede romperlos o no cumplirlos.
- Este debemos cumplirlo, ya que es para un bien en común. La verdad, más que un contrato, sería un tipo de acuerdo.
- Me gusta más esa idea, llegar a un acuerdo, generalmente es bueno.
- Si, a mi igual me parece- dijo, con una sonrisa un poco forzada- Solo tú y yo vamos a saber en que consiste este “contrato”, no quiero que más gente se enterare, ya que tiene un tipo de confidencialidad, eso hace que sea personal, solo de nosotros.
-Me parece, pero estoy segura que desde hoy, voy a odiar la palabra “contrato”, es desagradable. Pero estoy de acuerdo, es solo de nosotros.
Después de haber conversado bastante, cada diez minutos acordábamos una hora para irnos, obviamente, distorsionamos esta muchas veces, ya que ninguno de los dos quería irse. Sabíamos que ese era “el día en la vida”, sabíamos que el tiempo no era suficiente.
-Vamonos, mi hermano debe estar esperando hace mucho rato, jaja
-Si, tienes razón, la verdad, ya cambiamos muchas veces la hora de ida, ahora si, nos vamos. Debo admitir que no quiero irme, tampoco quiero que este día se acabe, el tiempo no está a nuestro favor definitivamente.
Caminamos, hasta llegar a una esquina, esa maldita esquina. Cuando la cruzáramos, nuestras manos debían soltarse. Sería como el comienzo simbólico de nuestro desagradable contrato. Le di un beso, como si fuera el último, que en definitiva, lo sería, ya que había que cumplir las reglas de nuestro acuerdo.
-Te quiero, de verdad- le dije casi con un nudo en la garganta
-Igual yo, y mucho. Creo que empiezo a arrepentirme del contrato
-Mmm, yo igual un poco, pero hay algo que se llama autocontrol. Tenemos que utilizarlo, justamente ahora.
Cruzamos la esquina, y sentí que realmente todo cambió. Sentí que nos salimos de nuestro mundo, y entramos a la realidad. Traté de disimular esa sensación, pero noté, que el sintió algo parecido, su mirada me lo decía todo.
En el camino nos encontramos con mi hermano, mirándonos con una cara de “¿por que se demoraron tanto?, estoy aquí hace muchísimo rato”. Me sonreí, ya que, yo sabía perfectamente la razón de la demora.
Mi hermano caminó adelante, y nosotros atrás, juntos, con esa sensación de confidencialidad, con esa mirada de arrepentimiento y por otra parte, mirada de conformidad. Tomé su mano por un rato, admito que fue un impulso, pero no pude evitarlo. En ese momento, lo hubiera abrazado como nunca, sentía un vacío, otra vez me sentí sola y desprotegida, lo quiero cerca de mí.
Soltó mi mano, y comenzó a caminar mas adelante, me pude dar cuenta de que, estaba poniendo un tipo de barrera, para no sentir que debía besarme, abrazarme y agarrar mi mano, por lo menos, así lo sentí.
Caminamos harto. Miré la hora y le dije a mi hermano que teníamos que irnos, era tarde y todavía había que llegar a los “colectivos de Domeyko”, y rezar por que quedara locomoción para irnos. Cuando llegamos, obviamente había mucha gente esperando, y eso me hizo sentir una sensación de colapso, además de haber sido un día ultra extraño y agotador, admito que me sentí mal. Luego de un rato, logré asociar un poco, lo que había pasado en la tarde, con la realidad, el ahora. Definitivamente después de esa “reflexión”, me dio un bajón sentimental, casi instantáneo. A eso, tenía que agregarle que el, tenía que irse, ni idea a donde, pero iba a dejarme, y yo, sintiendo EL bajón emocional.
Casi ni me di cuenta, y ya se había ido, volví a sentir ese vacío, pero ahora, era de mayor magnitud. No me sentí bien, así que me senté en el suelo por un momento, casi no podía retener mi cuerpo. De un momento a otro se me había venido todo encima, absolutamente todo. Empecé a pensar en que, el contrato o acuerdo que habíamos echo, era tan, pero tan frío y tan duro, que llegó me llego rápidamente el arrepentimiento.
Sonó mi teléfono, era él.
-¿Alo?, ¿pasó algo?- le dije un poco confundida por su llamada.
-Mierda- me dijo con voz afligida- No quiero esto, me siento muy mal.
-Yo también- quería llorar- De verdad, ahora me doy cuenta de la real magnitud de este puto contrato.
Hubo un silencio…
-Oye, ven.
-¿Dónde estás?
-A la vuelta de la esquina, no pude irme, por favor ven.
Le corté y, tuve la necesidad de correr hacia donde estaba. Lo miré, casi estupefacta, me acerque a el y me reí, casi con una risa nerviosa.
-Si esto va a ser así, no va a funcionar- me dijo, con esa sonrisa forzada.
Solo le sonreí y lo besé, no quería soltarlo, no podía. Sentía casi como si no lo fuera a ver nunca más, sentía que, esto había “terminado”. Pero seguí besándolo, no pude evitar abrazarlo, tampoco pude evitar, soltar una lágrima, esta situación me dolía mucho, pero no quería demostrarlo. Me sequé esa lagrima amarga, que corría por mi mejilla, lo abrasé por última vez y, acto seguido, lo vi alejarse, caminando distraído, con una sensación de muchas emociones juntas. En ese momento supe, que el fin de semana, sería un desastre emocional, y que el día lunes, sería casi decisivo para definir el maldito “contrato”…

domingo, 27 de mayo de 2012

Domingo.


Me despierto, estoy mareada y con un dolor de cabeza horrible. Por la ventana puedo ver que el día esta nublado, hay un viento fuerte, escucho como las hojas se arrastran por la calle, es un típico día de otoño.
Tengo vagos recuerdos de anoche, pero la pasé bien, ahora no tengo muchas ganas de hablar de eso.
Estoy deshidratada y con mucha hambre. Te apareces en mi mente, de repente, sin que yo te llame, pero me agrada, te imagino como si estuvieras frente a mí, con tus ojos que tanto me gustan, te sentía junto a mí, pero no estás, es solo mi imaginación y el dolor de cabeza que tengo, pero aún así te llamo y te digo –Julián, ven-. Con una voz desesperada.
Cierro los ojos, quiero verte mejor en mi cabeza, quiero poder imaginarte mejor, poder estar de alguna manera contigo, solo un momento, poder recordar tus ojos, tu cara. Lo logro, te siento aquí, hasta puedo sentir mi mano en tu pecho, en tu corazón, me gusta esto. Estamos en alguna parte desconocida para mí, pero siento seguridad, estoy tranquila. En un momento se torna todo a un color negro, tengo miedo, ya no te veo. Despierto en mi pieza, hay un desorden impresionante, me acabo de dar cuenta que solo estaba soñando, no estabas ahí, era solo mi imaginación.
No tengo ganas de nada, tengo un humor terrible, no quiero hablar con nadie, no quiero hacer nada, me deprimí un poco, hasta me dio pena pensar que no era real, que estaba sola, siento un vacío, pero no es por el Julián, es otra cosa, es otra persona, me tiene mal esa situación, siendo que ya paso hace mucho tiempo, debería haber sanado de eso hace rato, pero creo que no lo logro, es un asunto no concluido.
Quiero pensar un momento, quiero estar tranquila y sola. La casa está echa un desastre y eso logra amargarme mas el día, quiero salir de aquí. Ordeno un poco, está situación me desanima mucho, tengo mucho sueño, no quiero hacer nada.
Me vestí, me puse la ropa que encontré a mano, le dije a mi mamá que iba a dar una vuelta en bicicleta, le dije que quería despejarme. Pesqué la bicicleta y salí de mi casa, creo que no volveré pronto, en este momento mi casa es el último lugar en donde me gustaría estar.
Siento el viento en mi cara, me gusta como peina mi pelo, hace frío pero estoy adormecida, no me siento en mi, no siento que está sea la vida real, creo que es un sueño eterno, del cual alguna vez despertaré. Espero que no sea pronto, quiero seguir soñando por un largo rato.
Llegué a mi destino, estoy en mi lugar de tranquilidad. Es un puente, por donde pasa el río por debajo, no hay lugar que me relaje más que ese, me hace sentir un bienestar general, escuchando música, se convierte en un escenario perfecto. El atardecer está hermoso, los últimos rayos del sol pasan por entremedio de las nubes, eso hace que el cielo se vuelva de un color naranjo intenso, me gusta mucho esto, logro olvidarme de todo, estoy bien, feliz. Me quedaría aquí para siempre.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Te recuerdo bien... ¿tú a mi?.


Todavía estas aquí, no quieres irte, pero tampoco quedarte permanentemente, trato de hacer que te vallas pero no lo logro, hay algo que me lo impide cada vez mas. Debería ser todo lo contrario, hace mucho que no te veo, no hemos hablado últimamente, siendo que a mi me encantaría escuchar tu voz, solo eso. Quiero saber de ti, como estás, como te sientes, si es que todavía piensas en mi, si es que me recuerdas o solo si me extrañas un poco.
No se que tan importante fui para ti, no se si fui un aporte o solo un soporte emocional. Tal vez para ti fui algo pasajero, que pasaría en un tiempo, quizás fui solo una niña, con la que podías estar, conversar un poco, pasar el rato. Me duele pensar en que así sea, pero mientras más lo pienso mas me convenzo. Tenemos ideas tan distintas, metas que cumplir totalmente diferentes, pensamientos distintos, formas de ver el mundo poco parecidas.
Lo nuestro es irreal, no puede seguir, aunque ambos queramos, estamos en situaciones totalmente diferentes en nuestras vidas, a mi me queda mucho, igual que a ti, pero creo que es momento en el que tomemos caminos distintos, otros rumbos, atajos, carreteras, rectas de la vida.
Me cuesta creer que fuiste parte de mi vida, parte de mi vida cotidiana, de casi todos los días. Cuando me ibas a dejar al Terminal para yo devolverme a mi casa, cuando caminábamos horas y horas tomados de la mano. Esas cosas simples las recuerdo perfectamente, pero mi memoria borra poco a poco tus rasgos, tus gestos, tu forma de hablarme, de abrazarme, tu frialdad de algunas veces, tu mano con la mía, lo protegida que me sentía a tu lado, esas cosas no las recuerdo bien, el paso de los días lo va borrando de mi mente, de mi memoria.
Te quiero, te extraño, hay veces en las que necesito tu presencia, aunque no habláramos mucho o no nos demostráramos tanto cariño, a veces necesito un abrazo tuyo o solo tú presencia, alguno de tus gestos quizás. Solo quiero verte, estar un rato contigo, aunque no estemos en una relación igual me haces falta. Siempre te recuerdo, cada vez que paso por los lugares que frecuentábamos, cuando siento el olor a humo de cigarro, cuando veo a niños con sus abuelos, recuerdo que eso era lo que más ternura te causaba, decías que había tanta pureza en una escena así. También hay canciones que me recuerdan a ti, esas que siempre escuchabas y yo decía que no me gustaban. No me lo vas a creer, pero ahora esas canciones son mis favoritas y las que más escucho, solo por el hecho de que me hacen acordarme de ti.
Recuerdo la última vez que nos abrazamos, el último beso que nos dimos, te sentía distante, pero yo quería acercarme a ti, abrazarte con el mayor sentimiento que pudiera, pero tu ponías una barrera entre nosotros, lo recuerdo bien. No tuve el valor de decirte que te quería y que te extrañaría, sabía que si te lo decía, me iba a dar por llorar, lo tenía muy presente, por eso no te lo dije, pero no es que no lo sintiera, al contrario, estaba segura de que era lo que más sentiría en el fondo de mí.
Siento tu partida, te extraño, pero definitivamente no sé que voy a hacer cuando te vea otra vez, quizás ni si quiera te abrasé tanto como quiero ni te bese tanto como quiero, pero podré verte a los ojos sin decir ni una palabra y lograras entenderlo todo… Espero que así sea.

martes, 22 de mayo de 2012

Dos días en la vida.

Lo estaba mirando, fijamente, cada uno de sus detalles se me quedaron grabados en la mente, quería guardar ese momento en mi memoria. Era una sensación extraña, pero buena, me llenaba de ternura su mirada, sus ojos     se quedaban fijos en mi, con ese color cielo que combinaba con el paisaje.
-Amelia- me dijo con esa serenidad que tanto me gustaba- Por favor vayámonos de aquí, salgamos de este lugar, ambos sabemos que es insoportable.
-No sé, tengo tanto que resolver antes- le dije insegura- Es una decisión difícil, dejar todo atrás, mis padres, hermanas y amigos. Esto no puede ser para siempre.
Me quede pensando un rato, me recosté en el pasto y miré las ramas del árbol que nos hacia sombra, era un lindo espectáculo. Las hojas caían y la luz se filtraba entre ellas. Tuve la necesidad de escuchar música, así que me puse mis audífonos y me metí en mi mundo, pude pensar mejor.
El me dio la mano, ambos estábamos recostados, yo de espalda y el al lado mio boca abajo, creo que tenía la intención de dormir ya que había tenido un día muy agotador.
Yo lo miré, fijamente, me hundí en su mirada.Traté de llenar mis ojos de sentimiento, de lo que yo sentía por el. No es enamoramiento, yo se que no lo es, es algo tan extraño que no puedo explicarlo con palabras. Es un sentimiento mutuo ya que el siente lo mismo, por lo menos es lo que me demuestra.
En un momento, sin darme cuenta, estaba sonando "I want to hold your hand" , todo calzaba tan bien, casi como piezas de rompecabezas, quizás era solo coincidencia.
Lo logre, logre pensar y decidir en que haría con esta propuesta que me había dado. Estaba decidida, no sería para siempre, pero sería lo justo y necesario, para salir del sistema, poder despejarnos de lo cotidiano.
-Vayámonos de aquí- Le dije rompiendo el silencio en el que nos encontrábamos- Solo vayámonos. No soporto este lugar, esta situación en la que me encuentro con mi entorno- Me sentía tan segura, sabía que nada malo pasaría y que lo disfrutaríamos al máximo, solo dos días. Nos costaría caro cuando llegáramos, el reto de nuestros padres ademas del susto que los haríamos pasar, pero ellos también fueron jóvenes y puedo asegurar que ellos es su minuto quisieron soltar todo y largarse, quien no querría hacerlo.
Me miró, apretó fuerte mi mano, yo también sentía su seguridad. Sabía que el estaba dispuesto a hacerlo.
Nos levantamos del pasto, nos sonreímos y nos despedimos del lugar, esa plaza llena de historia y de atmósfera serena.


 Dos días en la vida nunca vienen nada mal, de alguna forma de eso se trata vivir.....