sábado, 4 de mayo de 2013

Un café y cigarros, por favor


En la sutil luz de la mañana me perdí. Me concentré en las marcas que están en mi piel, que son tuyas.
No proceso qué dije ayer, pero lo más probable es que sea todo verdad. Hay algo que me mantiene insegura. ¿Qué tengo que hacer para entender que quieres estar solo? Tú quieres, pero yo ya lo estoy. Fusilaría a mi soledad. Quiero seguir engañándome. Quiero seguir pensando en que puedo llamarte, en que puedo pensar en ti en todas las situaciones posibles. Tu alma colgada de mi cuello, así lo siento. Sigo contigo, no sé si tú conmigo, pero prefiero creer que sí.
Ella también está creyendo esta mentira pintada por mariposas. Puede verse todo bien aunque no lo esté.
Insistes en quedarte aquí, no sé si estés consciente de eso. Me persigues en los rincones, en las canciones, en las letras, en el papel, en los sueños, en el lado derecho de mi cama, en el espejo, en mi cuerpo, en mi cuello y en cada uno de mis lunares. ¿Qué mierda hago para entenderte y mostrarme la realidad? Para con el montaje, deja de engañarnos, estúpida.

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